Jardín del Pazo de Pegullal

Entrar en el jardín del Pazo Pegullal es conectar con la naturaleza en un entorno único de paz y tranquilidad, donde la luz y las plantas son las protagonistas. Creado por el “jardinero” (según su propia definición) Fernando Caruncho, su estilo se plasma en todos los rincones, basado “en la búsqueda de la belleza a través de la naturaleza, la geometría y la luz”. Y así, nos adentramos en un jardín estructurado y equilibrado, con personalidad, donde sencillez y belleza están profundamente unidas.

El árbol es el elemento más sobresaliente del jardín, y como tal, y su importancia se nota en todas las áreas. Destacan los impresionantes y elegantes paseos de cipreses, magnolias o paulonias, los carballos y, por supuesto, las camelias. El agua y la piedra, como en todo jardín gallego, se manifiesta también como una parte esencial del jardín, en estanques, fuentes y esculturas, todo perfectamente integrado con la vegetación. Las esculturas decoran rincones y estanques, y se cubren de musgo y enredaderas, mimetizándose con la vegetación que les rodea de tal manera que da la sensación de que todos los elementos llevan siglos conviviendo.

Incorporación a la Ruta de la Camelia de Galicia: A finales de 2019, los propietarios firmaron un convenio con la Diputación de Pontevedra con la finalidad de completar la colección de camelias del jardín requeridas por la Xunta de Galicia y realizar el informe correspondiente para solicitar la incorporación a la Ruta de la Camelia de Galicia. Durante la reunión de constitución del Comité Camelia Galicia (23 de abril de 2021) se aprobó su incorporación a la Ruta de la Camelia de Galicia.

Más información

Camelia Galicia
Tel. 902 200 432
info@cameliagalicia.com

Ayuntamiento de Vigo – Departamento de Parques y Jardines
Praza do Rei, 1 – 36202 Vigo (Pontevedra)

Tel. 986 810 306

Conociendo el lugar…

Situado en el concello de Salceda de Caselas (Pontevedra), como ocurre con gran parte de nuestro patrimonio, su origen no está bien documentado. En sus inicios fue un pequeño convento, el Convento de Santa María de Salceda, que estaba formado por un edificio que se corresponde con la parte más psróxima a la capilla de la edificación actual. Una referencia a esta casa viene del s. XVI, en tiempo de Felipe II, cuando Pedro de Alemparte Correa compró a este rey la ‘Feligresía de Santa María de Salceda’ para edificar la casa y la granja de Pegullal. La vinculación de este pazo a la historia de Galicia está acreditada por sus sucesivos propietarios, pertenecientes a familias muy notables de esta tierra del mismo modo, la construcción se fue ampliando, con el paso de diferentes dueños.

A finales del siglo XX, la propiedad pertencía a D. Ildefonso o Alfonso Correa Sotomayor Pinto y Sousa, en 1869 fue heredada por Antonio Aguilar y Correa, vizconde de Pegullal, marqués de Mos, marqués de la Vega de Armijo, conde de Bobadilla y Grande de España. Tras su muerte pasó a ser propiedad de su sobrina y ahijada María Vinyals, marquesa viuda de Ayerbe; y después del ahijado de ésta, Manuel Lorenzo Rodríguez (alcalde y juez de Soutomaior a principios del siglo XX). Finalmente, la finca fue heredada por sus hijos y posteriormente vendida. (https://santamariadesalceda.blogspot.com/search?q=pegullal&updated-max=2017-06-08T14: 14:00-07:00&max-results=20&start=8&by-date=false).

La propiedad pazo es realmente una joya patrimonial que alberga un magnífico edificio barroco del S. XVII, una hermosa capilla dedicada la San Bieito, uno de los robles más viejos del país (dicen que de 500 años), el canastro de madera mas largo del país (14 metros), la monumental muralla que rodea toda la finca y el portal de entrada, flanqueado por dos torres cilíndricas con cruces sobre remates semiesféricos y el escudo de armas de las familias Correa, Mendoza, Ozores, Quirós, Sarmiento, Silva, Sousa, Soutomaior y Zuñiga y la antigua fuente del San Bieito..  

A finales del siglo XX fue adquirido por los dueños actuales, que son los responsables de la reconstrucción y rehabilitación de las edificaciones, y de la creación de estanques (pilones) y fuentes distribuidas y/o medio escondidas entre los parterres de los espectaculares jardines que las rodea, cuidados con mimo por la propietaria, donde el agua y la piedra acompañadas de uno magnifico elenco de ejemplares vegetales y por supuesto de camelias formando un conjunto que a pesar de su reciente construcción trasmiten la sensación de llevar años y años esuchando las historias de sus habitantes.

El edificio principal tiene estrutura en forma de “U” y una dobre escalera de acceso que acaba en una solana de balaustradas, reconstruida hoy en día como la original del siglo XVIII.

El escudo colocado en el portalón de entrada es parecido a los que hay en el pazo de Mos y en el castillo de Soutomaior, pertencientes a la familia Correa desde el siglo XVIII, pero más antiguo y más completo. En él se pueden ver, de izquierda a derecha: en la primera fila superior las armas de los Quirós: dos llaves con tres roeles a cada lado y tres flores de lis; en el centro las armas de los Sarmiento: trece roeles en tres columnas; y a la derecha las armas de los Mendoza: una banda en diagonal. En segunda fila las armas de los Quirós y Sousa: representado por varios escudetes de tres flores de lis superpuestos en diagonal; y las armas de los Soutomaior: cinco líneas de ajedreces. En la tercera fila, una antigua variación de las armas de los Mendoza: el escudo cuarteado en diagonal con tres bandas opuestas en dos cuarteles y en los otros dos vacíos la inscripción Ave María Gratia Plena; y las armas de los Ozores: un león rampante atravesado por una espada. Y en la cuarta fila: un león rampante coronado que representa a los Silva; en el centro un águila bicéfala; y a la derecha el escudo de los Zuñiga: una banda cruzada con bordura de cadena de oro. En el centro preside la composición un escudo ovalado de tamaño superior que representa a los Correa: un ágila con las alas desplegadas.

La capilla de San Benito, anterior al siglo XV está doblemente blasonada. En la entrada principal se encuentra un escudo con los emblemas de los Soutomaior, Sarmiento, Quirós, Mendoza y Correa; y en el muro exterior del ábside, un escudo con el águila de los Correa.

En el año 1856 foi derribada por un huracán y reconstruída. El interior fue reformado a principios de la década de 1990. Muy cerca se conservan los restos de la fuente del Santo.

En las romerías a este santo (el Glorioso San Benito), los devotos ofrecían trigo, centeno, maíz y lino, además de huevos y dinero, que después se vendían en beneficio de la casa Pegullal. Los propietarios actuales continúan realizando la romería para los vecinos de la parroquia.

El canastro (hórreo) con cuerpo principal de madera que todavía se conserva manteniendo su estructura original, con casi 14 metros de largo y 18 pies de piedra, indica el potencial económico de la casa.

El crucero, de construcción reciente, está situado en el jxardín frente a la entrada de la capilla, y representa a la Virgen del Rosario y a San Benito.

Las tierras de cultivo.

Según datos del Catastro de Ensenada, en el año 1753, la quinta Pegullal contaba con unas 18 hectáreas, de las cuales 8 ha estaban dedicadas a viña, 4 ha a monte, 3 ha formaban una Carballeira, y 1 ha de huerta. Además, contaba con dos palomares de figura circular, uno con 12 pares de palomas y el otro con 14 pares de palomas. (Real de Legos Santa María de Salceda. Catastro de Ensenada. Arquivo Histórico Provincial de Pontevedra). (https://santamariadesalceda. blogspot.com/search?q=pegullal).

En el año 1782 era la cuarta casa propiedad delo Marqués de Mos con renta más alta, lo que suponía un importante activo económico para la familia Correa.

Los olivos de esta quinta datan de un período corto, entre finales del siglo XVIII y principios del XIX, ya que figuran en las cuentas de los administradores de varios años. Las olivas eran vendidas y transportadas al molino de Atín para ser prensadas, y volvía a Pegullal una parte del aceite para su venta y el consumo de la casa. En 1814 se recibe la orden de arrancar los olivos afectados por una plaga y sustituirlos por viña. En la primera mitad del siglo XX, parte de los terrenos estaban dedicados al cultivo de tabaco, con unas 13.000 plantas, cuyo secadero estaba en un edificio situado en el patio próximo al edificio principal (Durán y Loriga 10-60. Museo de Pontevedra).

Hasta el año pasado, en las cerca de 30 ha de tierras que rodean al Pazo Pegullal, se cultivaban viñas y kiwis. Actualmente, el kiwi está siendo sustituido por viñas de uva Albariño, para la elaboración de su propio vino.

Un paseo por el jardín…

Cuando los actuales dueños compraron la propiedad, los terreos eran de monte, y se tuvo que hacer un nuevo proyecto de jardín, en el que se respetaron los árboles antiguos existentes, en su mayoría carballos, destacando especialmente el de San Benito, al lado de la capilla, que estaba en muy malas condicións y fue recuperado en sucesivas y correctas intervenciones de poda, limpieza, saneamiento del sustrato y abonado que llevaron a la restauración y renovación de su copa.

El nuevo jardín que rodea el pazo es obra del prestigioso paisajista-jardineiro español Fernando Caruncho, que fiel a su estilo, creó un jardín geométrico lleno de luz, donde las especies vegetales destacan por su disposición y cantidad de ejemplares de cada una de ellas.

En el proyecto de paisajismo se incorpora la piedra como uno de los elementos principales acompañada siempre del agua y las plantas que la cubren parcialmente aportando el aspecto romántico de humedad y magia de los jardines gallegos. Esta piedra forma parte no sólo de balustradas, escaleras y pilones, sino que con ella se relizaron una gran cantidad fuentes distribuidas en los diferentes jardines escondidas entre los parterres o formando parte de paredes, muros y paseos.

Además de camelias, no pasan desapercibidos los impresionantes y elegantes paseos de cipreses y paulonias, y las frondosas y exuberantes pérgolas de glicinias, el laberinto de hiedra y glicinia, los setos de boj, las gardenias, rododendros, cítricos, magnolias, y la plantación de viña.

Las camelias

En la entrada principal del Pazo los setos de camelias rodean el estanque que da acceso al jardín, y en la zona 6 del jardín geométrico, destaca un espectacular seto con 24 exemplares de C. reticulata ‘Dr. Clifford Parks’. De creación más reciente son el jardín de camelias Higo, cerca de la capilla, el paseo de especies de camelia y la zona de camelias gallegas.

Hoy en día, el jardín tiene 371 ejemplares de camelia de 25 especies, de los que 286 plantas pertenecen a 198 cultivares y 85 están aún sin identificar, pendientes de nuevos estudios morfobotánicos y gennéticos. La especie más abundante es C. japonica, con 225 ejemplares (de los que 37 son C. Higo), seguida de C. reticulata, con cerca de 50 exemplares, más de 50 hibridos y 17 de C. sasanqua (incluyendo C. vernalis y C. hiemalis). La mayoría de los ejemplares están identificados y bien localizados en el plano.

Especies e híbridos de camelias y número de ejemplares de cada una en 2021:

Póster

Folleto

Catálogo botánico

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